EL ANIMAL QUE LLEVAMOS DENTRO
Esta película adolece de un problema que le sucede a muchas películas realizadas en estas alejadas cinematografías. Visualmente y argumentalmente son impactantes, captan el interés del espectador y lo colocan en la mejor predisposición, pero en el segundo acto se desinflan porque los guiones carecen de evolución.
“El caballo de dos piernas” vuelve a tener este problema, el primer acto tiene un planteamiento genial y prometedor, el acto final es impactante y brutal, pero la película se pierde en un segundo acto repetitivo e inmóvil que no aporta absolutamente nada a los otros dos y que deja la impresión de que los minutos pasan sólo para conseguir ser catalagado como largometraje aunque en realidad el guionista sólo tenía una idea para un corto.
Un corto que hubiera sido espectacular, brillante y sobrecogedor, pero la reiteración y repitición de momentos convierten al largo en pesado y decepcionante.
La sinopsis nos presenta a un hombre de la ciudad llega a un pueblo muy pobre y ofrece trabajo a los campesinos, se trata de transportar a un niño al que una mina le voló las piernas como si de un caballo se tratase. Un joven campesino con un retraso mental gana el puesto por tener más fuerza que el resto. Por un dólar diario lleva su carga al colegio, echando carreras con los burros en la calle; baña al niño, juega con él, se ocupa de él, pero el pequeño minusválido quiere que su padre le compre un caballo de verdad y lo trata como si un animal se tratase.
La directora tiene experiencia en festivales y también tiene experiencia en recibir premios (proviene de una familia de prolíficos cineastas con esas dos mismas experiencias), así que es habitual que las películas iraníes siempre mojen en el palmarés y es porque sus propuestas casi siempre son interesantes y diferentes con una manera de filmar que tiene un enfoque especial sobre la realidad, esta vez, no fue menos y el Jurado Oficial del Festival de Cine de San Sebastián le otorgó un previsible Premio Especial del Jurado.
No voy a culparles porque sus impactantes imágenes quedan grabadas por mucho tiempo en el recuerdo y sin embargo en la memoria se descartan los momentos muertos del film, pero sí que es una lástima que no se les exija más, si son capaces de ser durante 45 minutos espectaculares porque no durante 90 minutos y ofrecernos una obra maestra? Lo mejor del film es su garra visual y su crudeza (en ocasiones difícil de soportar) y lo peor la involución del guión.
U.C. (Daniel Farriol)